CARLOMAGNO
Carlomagno fue rey nominal de los lombardos (764-814), rey de los francos (768-814) y emperador de Occidente (800-814).
Hijo del rey Pipino y de Bertrada de Laon, sucedió a su padre y correinó con su hermano, Carlomán I. Aunque las relaciones entre ambos se tornaron tensas, la repentina muerte de Carlomán evitó que estallara la guerra. Reforzó las amistosas relaciones que su padre había mantenido con el papado y se convirtió en su protector tras derrotar a los lombardos en Italia.
Combatió a los musulmanes que amenazaban sus posesiones en la península ibérica y trató de apoderarse del territorio, aunque tuvo que batirse en retirada y a causa de un ataque de los vascones perdió a toda su retaguardia, así como a Roldán, en la Batalla de Roncesvalles.
Expandió los distintos reinos francos hasta transformarlos en un imperio, al que incorporó gran parte de Europa Occidental y Central. Conquistó Italia y fue coronado Imperator Augustus por el papa León III el 25 de diciembre de 800 en la iglesia de San Pedro, Roma.
Viajaba por su imperio se aseguraba que estuviera bien gobernado. Fue el hombre más fuerte de Europa Occidental, y murió hacia los 70 años, muy viejo para aquella época.